Coordinadoras: Laura Kiel, Fabiana Demarco
La Diplomatura en Inclusión Escolar con orientación en TES (trastornos emocionales severos) surge como una respuesta posible frente a las exigencias de los profesionales que, interviniendo en el sistema escolar a favor de la inclusión, se ven confrontados con la necesidad de contar con nuevos saberes que se constituyan en herramientas teóricas propicias así como también en recursos técnicos actualizados.
Destinatarios
- Docentes, directivos y supervisores de niveles Inicial y Primario.
- Docentes, directivos y supervisores de Educación Especial.
- Miembros de los Equipos de Apoyo y Orientación del ámbito escolar y equipos técnicos.
- Profesionales que se estén desempeñando como maestros integradores o interesados en
formarse en ámbitos educativos con una orientación psicoanalítica: psicólogos,
psicopedagogos, educadores sociales y comunitarios. - Formadores de docentes: profesores de las carreras de profesorado y capacitadores.
Esta carrera surge como una respuesta posible frente a las exigencias y requerimientos de los profesionales que, interviniendo en el sistema escolar a favor de la inclusión, se ven confrontados con la necesidad de contar con nuevos saberes que se constituyan en herramientas teóricas propicias así como también en recursos técnicos actualizados.
El masivo crecimiento de los proyectos de integración e inclusión en el sistema educativo está produciendo profundas y complejas transformaciones en los escenarios escolares actuales.
Esta Diplomatura pretende constituirse en un aporte a la conformación de la figura de un profesional especializado, con un rol específico como agente de apoyo a la inclusión escolar así como a la consolidación del lugar que los mismos tienen en las instituciones educativas.
Los proyectos de integraciones escolares pueden llevarse adelante bajo diferentes lógicas, con sus consecuentes efectos. Es por eso que resulta prioritario su reconocimiento y diferenciación.
En los últimos años –alrededor de las últimas dos décadas– se superponen en el Sistema Educativo los proyectos de integraciones escolares con las políticas de plena inclusión. Si bien es importante diferenciar ambos movimientos de manera teórica, no resulta tan sencillo hacerlo en términos prácticos. Es por esta razón que frecuentemente, para los miembros de las comunidades educativas, suelen superponerse y confundirse.
Ambas, tanto las políticas de inclusión plena como las de integración se proponen el derecho a la educación de todos los niños, niñas y jóvenes. Las primeras constituyen medidas reparadoras de los procesos de exclusión que dejaron fuera del sistema a niños y jóvenes por diversos motivos, no solo por discapacidad sino fundamentalmente por causas sociales. En cambio, los segundos se justifican en las necesidades y características propias y singulares de cada alumno o alumna.
Desde la segunda mitad del siglo XX se conocen experiencias y proyectos de integraciones para alumnos con discapacidades sensoriales, motoras y mentales, es decir, integraciones que responden a un paradigma médico de clasificación tradicional de las discapacidades en educación.
Sin embargo, el contexto normativo, los paradigmas sobre discapacidad así como la población mayoritaria sujeta a proyectos de integraciones se han modificado sustancialmente en las últimas décadas.
MÁS INFORMACIÓN EN: untrefvirtual.edu.ar
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