LECTURAS, ARTE Y TRADICIÓN ORAL
Con el objetivo de seguir consolidando el vínculo entre la escuela y las familias en eventos compartidos en torno a las prácticas de lectura, las semana próxima, se realizá la cuarta edición de estos encuentros en todas las unidades educativas del país.
Ya se viene una nueva edición de la Jornada "Escuela, familias y comunidad", un evento que reune en torno a la practica de la lectura. La fecha de realización convocada es la de la segunda semana de octubre - entre el lunes 6 y el viernes 10- para que cada provincia defina el día según su propio cronograma (pero siempre dentro de esa misma semana). Según las distintas realidades de las escuelas podrán participar docentes, equipos directivos, profesores de arte y educación física o bibliotecarios, coordinadores de Centro de Actividades Infantiles (CAI) y Centro de Actividades Juveniles (CAJ), e incluso otros actores institucionales.
Como se planteó en las jornadas de mayo pasado, las 4tas jornadas deben ser pensadas como la culminación de un proceso, es decir, que se deben proponer actividades que estén ligadas a lo desarrollado en la escuela durante estos meses. Se trata de acordar y planificar un recorrido que una ambos encuentros imaginando el escenario final.
“Lecturas y arte”, “Lecturas y vida cotidiana”, “Lecturas y literatura: la poesía”; y “Lecturas y tradición oral” serán los cuatro ejes de trabajo, tal como en las jornadas pasadas.
En este sitio, pueden encontrar los descargables de las propuestas y materiales para llevar adelante las Jornadas en la escuela, según cada nivel:
http://escuelayfamilia.educ.ar/
(en caso de no funcionar el link desde esta página, pueden cortar y pegar la dirección en un buscador y así ingresar sin problemas).
Como ya hemos desarrollado en una nota anterior los conceptos de "Lecturas y arte" y "Lecturas y vida cotidiana"; en esta ocasión vamos a referirnos a los otros dos grandes ejes de trabajo.
Lecturas y tradición oral
Relatos que nos llegan desde lejos, entregados de generación en generación. Historias que cuentan y se entraman en la memoria de una cultura.
Desde la antigüedad, la narración se vincula con la circulación de saberes. Contamos historias para compartir la propia experiencia con los demás; relatos que luego se repiten, se modifican, se ajustan… Y vuelven a contarse.
La tradición oral se apoya en la identidad colectiva, se cimienta en la relación interpersonal y en el reconocimiento de un “nosotros”. Se narra para ofrecerse a otros, para brindar ayuda, sosiego, información, ejemplo, o simplemente disfrute. Se traspasa aquello que importa para la comunidad, que encierra una visión del mundo, costumbres y valores determinados. Refranes, fábulas, leyendas, canciones de cuna, cuentos populares, relatos de pueblos originarios; todos conforman nuestra identidad.
Compartir su lectura e incorporar el arte de las narraciones propias de cada comunidad es una experiencia que enriquece y sedimenta nuestro patrimonio cultural.
Lecturas y literatura: la poesía
Juego, emoción, belleza. La poesía es el género literario que se abre hacia la palabra sensible.
Leer literatura –poesía, en particular- contribuye a educar la mirada emotiva, estilística y creativa al tiempo que invita a sacudir el lenguaje y jugar con las estructuras. Permitir que las palabras bailen, se estiren, se escondan, se encuentren, se contaminen y hagan estallar el significado único es lo que da lugar a la multiplicidad de sentidos y entradas.
Al aventurarnos al lenguaje poético tendemos un puente hacia los otros, a compartir una palabra viva que se orienta a sentir más que a enseñar. En el poema suspendemos la velocidad de lectura para permitirnos leer y mirar en clave plástica a partir de la forma. Una musicalidad propia invita a escuchar ese pulso que va marcando el ritmo, la repetición, el silencio y la sonoridad.
Relatos que nos llegan desde lejos, entregados de generación en generación. Historias que cuentan y se entraman en la memoria de una cultura.
Desde la antigüedad, la narración se vincula con la circulación de saberes. Contamos historias para compartir la propia experiencia con los demás; relatos que luego se repiten, se modifican, se ajustan… Y vuelven a contarse.
La tradición oral se apoya en la identidad colectiva, se cimienta en la relación interpersonal y en el reconocimiento de un “nosotros”. Se narra para ofrecerse a otros, para brindar ayuda, sosiego, información, ejemplo, o simplemente disfrute. Se traspasa aquello que importa para la comunidad, que encierra una visión del mundo, costumbres y valores determinados. Refranes, fábulas, leyendas, canciones de cuna, cuentos populares, relatos de pueblos originarios; todos conforman nuestra identidad.
Compartir su lectura e incorporar el arte de las narraciones propias de cada comunidad es una experiencia que enriquece y sedimenta nuestro patrimonio cultural.
Lecturas y literatura: la poesía
Juego, emoción, belleza. La poesía es el género literario que se abre hacia la palabra sensible.
Leer literatura –poesía, en particular- contribuye a educar la mirada emotiva, estilística y creativa al tiempo que invita a sacudir el lenguaje y jugar con las estructuras. Permitir que las palabras bailen, se estiren, se escondan, se encuentren, se contaminen y hagan estallar el significado único es lo que da lugar a la multiplicidad de sentidos y entradas.
Al aventurarnos al lenguaje poético tendemos un puente hacia los otros, a compartir una palabra viva que se orienta a sentir más que a enseñar. En el poema suspendemos la velocidad de lectura para permitirnos leer y mirar en clave plástica a partir de la forma. Una musicalidad propia invita a escuchar ese pulso que va marcando el ritmo, la repetición, el silencio y la sonoridad.
FUENTE: planlectura
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Muchas gracias por comunicarse. GABY