Niños superdotados, ADD, TDA-H (Eduquemos en la red)

Niños superdotados

Síndrome de desincronía

Un niño con talento afronta la realidad con la inteligencia potencial de un adulto, pero la percibe y la sufre como el niño que es. De este modo se produce un desfase central, y este desfase constituye un problema vital para estos niños.

El síndrome de desincronía consiste en un desfase, o lo que es lo mismo, en una ruptura entre la esfera intelectual y las otras facetas de la personalidad. Este fenómeno puede producir problemas de relación entre:

• el niño consigo mismo.
• el niño y el grupo de amigos.
• el niño y su familia.
• el niño y la escuela.

Se presentan dos tipos de desincronias. que trataremos a continuación.

1. Desincronia interna

Es la desincronía que produce mayores problemas a los niños y niñas con altas capacidades intelectuales. Esta desincronía consiste en la desarmonía, a veces muy evidente y fácilmente observable, entre el nivel intelectual y el nivel afectivo.

Este ripo de desincronía se manifiesta de diferentes formas, por ejemplo, la desincronia entre la inteligencia y la psicomotricidad. que se refleja claramente en el sector léxico y el sector gráfico. El primero siempre estará más desarrollado que el segundo, ya que la evolución psicomotriz es más lenta porque depende de la edad real del niño. Niñas y niños sufren una continua falta de habilidad para producir lo que son capaces de imaginar. Otra manifestación de esta desincronia es el desfase interno en dos puntos del dominio intelectual, como puedan ser la adquisición del lenguaje y el razonamiento.

2. Desincronia socialAfecta, por ejemplo, a la relación del niño con los adultos que lo rodean, porque presenta un patrón contradictorio de conducta; por ejemplo, puede discutir con nosotros las causas de una posible guerra mundial y un minuto después batallar con un hermano por sentarse en el carro del supermercado.

Para los padres es difícil admitir una conducta infantil en un niño que razona como un adolescente o como un adulto. Se espera que el niño con altas capacidades intelectuales se comporte siempre de manera inteligente. Y esa es la razón de que los adultos se enfaden con él cuando no responde a lo que esperan de su madurez intelectual.

Con respecto a las relaciones con sus compañeros, a medida que crecen, las niñas y niños superdotados quieren que sus amigos contemplen el mundo como ellos lo ven. Y también esperan encontrar en otros niños el interés y la curiosidad que sienten. Por lo general, es una sorpresa para ellos que los demás no compartan sus perspectivas y su intensidad. También los sorprende que los demás los vean diferentes a como ellos se ven a sí mismos.

Si nos referimos a la relación que estos niños mantienen con el centro y el sistema educativo, hemos de señalar que en su gran mayoría comienzan su escolarización con gran entusiasmo. Pero también es frecuente que pierdan el entusiasmo muy rápidamente.

Efecto Pigmalión negativo o factores de deterioro de la inteligencia

Ante distintas y determinadas circunstancias en el hogar o en la escuela, muchos de estos niños ocultan su desarrollo intelectual con el único fin de:

• Ganar amigos más fácilmente.
• Ser aceptados por los chicos de su misma edad.
• Evitar envidias, celos, enfrentamientos.

Son muchas las niñas y niños con altas capacidades intelectuales que, al comenzar su Educación Infantil, viven sus primeros conflictos (¿cómo integrar a un niño que ya lee y escribe en un aula de 3 años?). En estas condiciones tienen escasísimas posibilidades de desarrollar normalmente su vida escolar dentro de un sistema común si no cuentan con la ayuda de sus padres o de docentes que puedan dedicarles una atención personalizada. Lentamente, el afán de ser como sus compañeros, de ser como sus hermanos, como sus familiares, va deteriorando su nivel de trabajo intelectual, y frustran o limitan sus capacidades o talentos para lograr superar sus problemas de afectividad, para intentar ser como los demás.

También es posible que completen toda su Educación Infantil, Primaria y Secundaria, aburridos, apáticos, entre crisis de rebeldía, conductas agresivas, expulsiones, visitas al jefe de estudios o al orientador, crisis familiares, etc., y sin ningún propósito u objetivo claro.

Vamos a detenernos un poco más en analizar las relaciones de estos niños con la escuela, con la familia y con otros niños de su edad.

1. Relaciones con la escuela: 

se espera del niño un rendimiento normal, medio, y procurarán que trabaje (motivándolo) a ese ritmo (muy por debajo de su capacidad). El currículo actual presenta pequeños desafíos para el intelecto de las niñas y niños con altas capacidades, y a este problema se suma que estos pequeños consideran su inteligencia como una desventaja social. Las consecuencias que esto trae consigo son:

• Se llegan a acostumbrar pronto a trabajar por debajo de su verdadero nivel
• Se “apagan” de tal forma que terminan presentando problemas agudos de aprendizaje o de conducta.

A otros, aparentemente, les va bien en la escuela, pero utilizan un mínimo porcentaje de sus capacidades intelectuales.

2. La relación con la familia: 

se da el efecto Pigmalión si la familia infravalora la capacidad del hijo. Entonces, este niño tiende a moverse dentro de los limites que ese entorno familiar le ha marcado.

Se da sobre todo en:

• Familias procedentes de un entorno sociocultural bajo: cuanto más bajo, menos espera la familia del niño. Lo mismo ocurre con los maestros y los amigos. Estas esperanzas limitadas influyen negativamente sobre la representación de si mismo.
• Familias poco interesadas en la evolución de sus hijos.
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3. Las relaciones con los compañeros: 

el conflicto se produce cuando el niño desborda las expectativas del grupo, cuando destaca en exceso. En estos casos será rechazado.

Como consecuencia del efecto Pigmalión negativo, se presentan inhibiciones intelectuales unidas al sentimiento de que toda expresión de la inteligencia es una fuente de culpabilidad.

¿ADD, TDA-H o altas capacidades intelectuales?

A veces estos conceptos se confunden, porque algunas de las características que presentan los niños con ADD o TDA-H también están presentes en los niños superdotados, aunque por distintos motivos.

TDA-H es un desorden caracterizado por tres conductas:

• Hiperactividad.
• Distracción.
• Impulsividad.

ADD se caracteriza por la ausencia de hiperactividad, a diferencia del TDA-H, donde sí está presente la hiperactividad.

Los niños hiperactivos muestran un grado de actividad inusual. La mayoría son inquietos, siempre están en movimiento: mueven los pies, los dedos, juegan constantemente con lápices, rotuladores, etc. Se retuercen en el asiento o no pueden permanecer sentados.

La distracción supone la dificultad para bloquear los estímulos innecesarios del ambiente. Los niños suelen presentar distracción auditiva y distracción visual.

La impulsividad supone no pensar antes de actuar o hablar, y no considerar el impacto que pueden tener las acciones propias en los demás. Los niños impulsivos no aprenden de la experiencia y son proclives a accidentes porque su conducta se combina con un juicio pobre.

El diagnóstico lo hacen profesionales de la educación y la medicina. En general todas estas conductas mencionadas no son un problema hasta que se integran en el sistema educativo.

FUENTE: Eduquemos en la Red - Centro de Información